sábado, 13 de marzo de 2010

AMOR...¡

Vuela, de ardientes ansias consumida,
a impulsos del amor que la devora,
en torno de la luz facinadora
la mariposa que su riesgo olvida;
sus fulgores contempla embebecida
y en ellos baña el ala tembladora;
y entre las llamas cuyo brillo adora,
halla misero fin su frágil vida.

Así, en su derredor, yo todo el día
girando voy, de su beledad sediento;
y si las luces de sus ojos miro,
ansiosa se estremece el alma mía,
y deslumbrado, yloco y sin aliento,
me ardo en sus ojos... ¡y de amor, expiro!